Cuando alguien menciona el misionero, automáticamente todos pensamos en esa postura clásica y un tanto
aburrida en la que el hombre se pone encima y la mujer debajo. Sin embargo, hay un truco para mejorarla: cuando te penetre, cierra las piernas encerrando sus extremidades inferiores con las tuyas. Así tu clítoris estará más estimulado y a él le encantará probar una postura clásica y nueva a la vez.

En ocasiones, cuando estás manteniendo una relación sexual pueden entrarte ganas de hacer pis ¿verdad? Pues la próxima vez, aguanta las ganas. Según algunos sexólogos, aguantar la orina puede ayudarte a estimular mejor tu Punto G e incluso a provocar tu propia eyaculación
Sí, esa zona situada detrás de los testículos y antes de que empiece el año. Esa piel es muy sensible y su estimulación provoca un gran placer en los hombres. Muchas veces nos olvidamos de esa parte y a ellos les puede dar vergüenza pedirte que les des un masaje ahí, así que tenlo en cuenta
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