jueves, 3 de febrero de 2011

PUNTO G

PUNTO G MASCULINO

Aunque parezca lo contrario, la mayor parte de la gente todavía hoy día desconoce que el hombre también posee su propio punto G y no tienen nada que ver con el pene. Según la ciencia médica occidental y muchos sexólogos importantes, afirman que en el interior del conducto anal masculino, hay una zona similar a la que poseen las mujeres, de textura rugosa que puede diferenciarse del resto de tejidos que lo rodean. A ésta zona rugosa se la conoce como "glándula prostática" y su función fisiológica esta relacionada con la eyaculación y la fabricación del semen.

Con ello, podemos ver que el punto G masculino se encuentra realmente en la próstata, por lo que verdaderamente a ésta zona se la denomina como el punto P, para diferenciarlo del punto G femenino. Es posible acceder a ésta zona penetrando el recto y tanteando la zona frontal hasta encontrar los tejidos rugosos de la "glándula prostática". Ésta glándula posee gran cantidad de terminaciones nerviosas y su estimulación provoca el aumento del flujo sanguíneo en la zona lo que causa el aumento de tamaño de la misma dejando expuesto el denominado punto P, el cual ante la estimulación directa puede provocar intensos orgasmos con eyaculaciones involuntarias y fuertes espasmos.     

El problema del punto G masculino, en adelante punto P, es la zona en la que se encuentra y la cantidad de prejuicios que hay levantados en torno a la penetración anal en el hombre. De echo, tanto mujeres como hombres siguen pensando que un hombre que reciba una penetración anal tiene que ser gay por naturaleza o en el futuro terminará siéndolo. Pero esto está muy alejado de la realidad, puesto que el mundo de placeres que se abre con éstas prácticas es increíble y no tiene nada que ver con la orientación sexual, simplemente con las ganas de experimentar nuevas cotas de placer y Orgasmos nunca antes experimentados.


                                             PUNTO G FEMENINO

A un gran número de mujeres en todo el mundo les cuesta mucho llegar al orgasmo en cada relación sexual e incluso muchas piensan que no se puede llegar al él sin que el clítoris sea estimulado directa o indirectamente. Pero en los años 50, el ginecólogo alemán "Ernst Grafenberg", descubrió una zona en la vagina que al ser estimulada podía causar intensos orgasmos. A ésta zona se la denominó "punto Grafenberg", aunque a causa de lo complicado del apellido del ginecólogo, hoy día se le denomina en todo el mundo "punto G".
                                        

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